La RAE quemará todo el fanfiction

En una nota de prensa publicada recientemente, la RAE (o más concretamente la Asociación de Academias de la Lengua Española) anuncia que se dispone por fin a dar un golpe de mano definitivo contra las obras escritas de franquicias creadas por fans (criminales), también conocidas como fan fiction o fanfics.

La Academia declara que, si quiere seguir siendo fiel a su lema de «limpia y da esplendor», no puede seguir haciendo oídos sordos a esta mancha, esta lacra, esta mácula que continúa deteriorando la faz del castellano.

A estos efectos ha revelado que durante años se ha llevado a cabo un programa de entrenamiento secreto de inquisidores especialmente entrenados con el fin de localizar hasta el último fanfic y llevar a cabo su depuración en una gloriosa caza de libros.

En primer lugar se llevará a cabo la recopilación de todos los títulos conocidos de fanfics en castellano en una suerte de listado de obras abolidas o índice de libros prohibidos que usarán como catálogo de volúmenes censurados para asegurarse de que todas sus copias son posteriormente destruidas sin posibilidad de que vuelvan a resurgir ni reemerger.

Quizá un pequeño porcentaje sea salvado de las llamas purificadoras cuando sean estudiados por los expertos en peritaje de castellano del nuevo cuerpo (a los que se conoce bajo el código de Operación Cura y Barbero), y solo sean duramente censurados, dejando los escasos pasajes dignos del español. No obstante, es poco probable que alguno alcance este honor. Los lanzallamas están hambrientos y no serán fácilmente apaciguados.

Finalmente, aquellos cuyo contenido muestre un grado especialmente alto de erotismo serán conservados para asegurar la imposibilidad de que puedan caer en las manos equivocadas de camino a su destrucción. En su lugar serán encerrados y se les dedicarán métodos secundarios de tratamiento y contención.

La RAE ha rogado asistencia, cooperación y apoyo a todos los hablantes, de los que se espera que ayuden a localizar los fanfics, se unan a las quemas públicas y no alberguen a creadores que intenten esconder u ocultar sus obras.

Pero del mismo modo han asegurado que la violencia no será necesaria o forzosa siembre que la colaboración sea plena y no se den actitudes rebeldes, díscolas, insurrectas o subversivas. A estos efectos, varios países hispanoamericanos con un dudoso historial de derechos humanos ya se han ofrecido a prestar la cooperación de sus cuerpos de policía y organizaciones paramilitares.

Las purgas, aseguran, comenzarán a finales de este mes y no deberían alargarse más allá de marzo en una verdadera guerra relámpago contra la lacra del español.

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