Sí, en efecto, decididamente es cierto: las palomas nos roban el suelo.
Es obvio, muchas veces las ves picando en el suelo a pesar de que no hay nada para comer en absoluto. ¿Entonces por qué demonios pican? Esa misma pregunta me hice yo hace cinco años y desde entonces he estado investigando el asunto en profundidad, observándolas desde la distancia, tomando notas y sacando conclusiones.
Y la principal de esas conclusiones es la siguiente: las palomas, subrepticiamente, toman pequeños trozos trozos de suelo, llevándoselo poco a poco a otro sitio. La pregunta es por qué y con qué propósito, pero eso es obvio: están intentando acumular todo ese suelo en el cielo para crear su propia ciudad flotante de palomas a la que llamarán Nueva Columbia.
Pero eso solo despierta más preguntas. Como, por ejemplo, con qué propósito levantan esta nueva ciudad las palomas. ¿Necesitan realmente ciudades las palomas con sus pequeñas casitas, sus pequeños auditorios y sus pequeños prostíbulos? La respuesta es de nuevo obvia: no. Llevan milenios viviendo sin ciudades. Entonces, ¿por qué? Tranquilos, esa es una pregunta retórica pues obviamente he obtenido la respuesta estudiando no solo a las palomas, sino también manuscritos antiguos (entre ellos los del Mar Negro (que son mucho mejores que los del Mar Muerto)) que tratan sobre ellas. La construcción de Nueva Columbia es la culminación de un plan ancestral que toda su raza lleva evos poniendo en funcionamiento y su función no será otra que la de servir como base desde la que esclavizarnos y devorarnos.
Porque obviamamente las palomas comen carne humana, pero disimulan bien. ¿De verdad creíais que querían vuestro pan? Solo hacen el esfuerzo de comérselo para disimular su geolatrocinio. Pobres infelices…
Pero, sí, en efecto, ese es su plan, robarnos todo el suelo para construir una ciudad aérea desde la que atacarnos. Y es un plan genial porque no sé si habéis notado últimamente que las personas necesitan suelo sobre el que andar. En cambio las palomas vuelan y si han puesto todo el suelo lejos de nuestro alcance podrán devorarnos cómodamente mientras nosotros caemos sin remisión. Estaríamos totalmente a su merced.
¿Y sabéis lo peor de todo esto? Yo no soy el único que sabía de esto antes de publicarlo. Las autoridades también están en el ajo y, lejos de hacer algo, intentan ayudar a las palomas encubriendo sus estragos con falsas obras con las que justificar los socabones. Los muy necios creen que así no solo no serán devorados y/o esclavizados (probablemente no en ese orden) sino que además obtendrán puestos de preeminencia en el nuevo régimen palomil una vez desciendan sobre nosotros formando una masa furiosa y sedienta de sangre.
Pero puede que aún no me creáis. Puede que penséis «jaja, Kha, estás loco, deja de decir locuras» o «esta noche me gustaría un sandwich con remolacha», pero os equivocáis. Os equivocáis porque además de todas las pruebas que ya os he dado sobre lo que va a ocurrir, hay pruebas de que todo esto ya ha ocurrido en el pasado.
A menudo pueden encontrarse esqueletos diminutos regurgitados por palomas. Sé que vosotros no os habéis encontrado ninguno, pero es verdad, preguntad en vuestro restaurante chino local. Nadie sabe realmente a qué se debe, pero la teoría que cuenta con más apoyo (por mi parte) es que en el pasado cercano las palomas se arrastraron miles de metros hasta el interior de la tierra (excavando y llevando lo que sobrara a su ciudad) hasta la ciudad subterránea de los gnomos. Una vez allí devoraron a todos sus habitantes y se hicieron con las pilas de oro alrededor de las cuales solían bailar los gnomos, y por supuesto las usaron para financiar sus oscuros propósitos.
No hay otra explicación posible.
Y lo mismo nos ocurrirá a nosotros si no hacemos algo. La prevención es esencial porque cada vez hay más palomas en nuestras calles. Tened cuidado al salir de casa, recordad siempre que solo fingen ser inofensivas para que nos confiemos y podrían devoraros en cualquier callejón al menor despiste. Yo mismo me escondo siempre que veo una porque sé que saben que sé demasiado y han puesto precio a mi cabeza. Pero no dejaré que ellas ganen y ellas saben que jamás me rendiré. Y no solo eso, también saben que tengo la solución.
Debemos poner en marcha un asalto total contra Nueva Columbia mientras aún estemos a tiempo y solo hay una forma óptima de hacerlo. Reclutaremos una gran cantidad de águilas (que, como es bien sabido, son enemigos jurados de las palomas) para que transporten tortugas hasta la ciudad de las palomas para entonces dejarlas caer sobre ella. Mientras las águilas se ocupan de los ataques aéreos, las tortugas tomarán la ciudad por tierra.
Os preguntaréis cómo demonios van a hacer eso un montón de tortugas, pero por supuesto la idea es ponerles ametralladoras sobre el caparazón para que avancen de forma imparable. Ahora bien, no es practicable que cada tortuga lleve una ametralladora porque podrían caer bocaarriba y habría un número inaceptable de bajas debido a que no podrían ponerse derechas. Usar dos tampoco es una opción porque podrían caer de lado. De modo que la mejor opción es usar tres tortugas unidas en forma de triángulo con la ametralladora en el centro, de modo que siempre haya una de ellas capaz de moverse.
Por supuesto este plan no será fácil ni barato, si algún patrocinador preocupado por esta amenaza quiere contribuir en algo a nuestra cruzada, por favor, que se ponga en contacto de inmediato con Monifate para hacer posible su donación.
En serio, tened cuidado con las palomas. Si no hacemos nada, algún día serán nuestras amas.